jueves, 30 de abril de 2015

Carl Rogers: psicólogo estadounidense quien junto a Abraham Maslow llegaría a fundar el enfoque humanista en psicología. Estuvo completamente dedicado  a la prestación de servicios psicológicos prácticos, diagnosticandoy planeando en su trabajo con niños
delincuentes y desvalidos que les enviaban los tribunales y entidades; y en muchos casos haciendo "entrevistas terapéuticas". Fue un período de relativo aislamiento profesional, durante el cual su única preocupación fue tratar de ser más eficaz con sus clientes. Lo poco que siempre interesó a C. Rogers el hecho de "ser realista". Cuando presentó el manuscrito, el editor lo consideró interesante y original, pero se preguntó en qué cursos se usaría. Entonces Rogers dijo que sólo conocía dos: uno de ellos a su cargo, y el otro en otra universidad. El editor opinó que Rogers cometía un grave error al no escribir un texto que se pudiera adaptar a los cursos existentes. Se mostró muy dubitativo acerca de la posibilidad de vender 2000 ejemplares, cantidad mínima necesaria
para cubrir los gastos. Decidió arriesgarse sólo cuando Rogers le anunció que lo propondría a otra editorial. Posteriormente, todos manifestarían una gran sorpresa ante la acogida y venta del libro: se vendieron 70000 ejemplares.

Las proposiciones que están al comienzo de la serie son las más alejadas de la experiencia del terapeuta y, por lo tanto, las más sospechosas, mientras que las que aparecen hacia el final se acercan cada vez más al centro de nuestra experiencia.
  • A. Características del niño
  1. Percibe su experiencia como una realidad.
  2. Posee una tendencia innata a actualizar las potencialidades de su organismo.
  3. Interactúa con su realidad en función de esa tendencia fundamental a la actualización.
  4. En su interacción con la realidad, el individuo se comporta como una totalidad organizada (gestalt).
  5. Se inicia un proceso de valoración organísmica, en el que el individuo valora la experiencia al tomar como criterio de referencia la tendencia actualizante.
  • B. El desarrollo del yo
  1. Como consecuencia de la tendencia a la diferenciación
  2. Como consecuencia de la interacción entre el organismo y el medio.
  • C. La necesidad de consideración positiva

  1. A medida que se exterioriza la conciencia del yo, el individuo desarrolla una necesidad de consideración positiva. La teoría no se interesa en saber si se trata de una necesidad innata o adquirida. De acuerdo con Standal, que formuló este concepto, es una necesidad adquirida:
  2. La satisfacción de esa necesidad se logra necesariamente por medio de las inferencias obtenidas a partir del campo experencial de otra persona.
  3. La satisfacción de esa necesidad se relaciona con una gama muy amplia de experiencias del individuo.
  4. El proceso desatisfacción de la necesidad de consideración positiva es recíproco, ya que cuando el individuo se da cuenta de que satisface esa necesidad en otro, satisface, por eso mismo, su propia necesidad de consideración positiva.
  5. Los efectos de esa satisfacción son intensos en el sentido de que la consideración positiva manifestada por cualquier persona se comunica, en aquel que es objeto de ella, al conjunto de la consideración que éste experimenta hacia esta persona



Rogers fue el padre de la no-directividad, según él, el clima psicológico de libertad favorecía el desarrollo pleno del individuo, valoraba la empatía y la autenticidad. Todo el proceso educativo debería entonces centrarse en el niño, no en el profesor, no en el contenido pragmático. Para Rogers, los principios básicos de la enseñanza y del aprendizaje son: confianza en las potencialidades humanas, pertinencia del asunto que va a ser aprendido o enseñado, aprendizaje participativo, autoevaluación, autocrítica y aprendizaje del propio aprendizaje.
El aprendizaje sería tan profundo como importante para la totalidad de la persona que se educa: no podemos enseñar a otra persona directamente de ahí la importancia al educador, o facilitador del aprendizaje: él debería crear el clima inicial, comunicar confianza, aclarar, motivar con congruencia y autenticidad, él llama a esto “comprensión empática”.
Para Rogers, el objetivo de la educación es ayudar a los alumnos a convertirse en individuos capaces de tener iniciativa propia para la acción, responsables por sus acciones, que trabajaran no para obtener la aprobación de los demás, sino para alcanzar sus propios objetivos.
Algunos principios del aprendizaje:
  • 1.- Los seres humanos tienen natural potencialidad para aprender.
  • 2.- El aprendizaje significativo se verifica cuando el estudiante percibe que la materia por estudiar se relaciona con sus propios objetos.
  • 3.- Es por medio de actos como se adquiere un aprendizaje más significativo.
  • 4.- El aprendizaje es facilitado cuando el alumno participa de su proceso responsablemente.
  • 5.- El aprendizaje autoiniciado que comprende toda la persona del aprendiz (sus sentimientos al igual que su inteligencia) es el más durable e impregnable.
  • 6.- El aprendizaje socialmente más útil, en el mundo moderno, es el del propio proceso de aprendizaje, una continua apertura a la experiencia y a la incorporación dentro de sí mismo del proceso de cambio.



PSICOTERAPIA CENTRADA EN EL CLIENTE 

"El terapeuta es la verdadera persona que realmente comprende las vacilaciones y debilidades del cliente y Las acepta, sin intentar negarlas o corregirlas. Acepta, aprecia y valora al individuo íntegro, dándole, incondicionalmente, seguridad y estabilidad en las relaciones que necesita para correr el riesgo de explorar nuevos sentimientos, actitudes y conductas. El terapeuta respeta a la persona tal como es, con sus ansiedades y sus miedos, por lo que no le impone criterio alguno sobre como debe ser. La acompaña por el camino que ella misma se traza, y participa como elemento presente y activo en este proceso de auto creación, facilitando en todo momento la percepción de los recursos personales, y de los rumbos seguidos en el camino, tal y como la persona los vivencia


Las características personales que Rogers considera necesarias en todo buen terapeuta que intente instrumentalizar su enfoque son las siguientes: a) Capacidad empática; b) Autenticidad; c) Consideración positiva incondicional. Ello induce a pensar que el terapeuta centrado en el cliente no puede ser una
persona común y corriente, sino alguien especial, que cuenta con la tranquilidad y la coherencia internas propias de la persona autorrealizada, autorrealización que intentará contagiar al cliente. Sin embargo, no debe verse al terapeuta como una persona superior; es alguien que sencillamente ha
logrado dar libre paso a su capacidad de actualización, y que por lo mismo puede manejar con más eficacia y productividad su campo experiencial y ayudar a que los otros también lo hagan.


Rogers (1972) establece cuatro fases en la formación de terapeutas centrados
en el cliente.
La primera fase hace hincapié en el esclarecimiento de las actitudes del aspirante a terapeuta, antes de centrarse en los aspectos técnicos. El deseo de querer ser terapeuta rogeriano debe ser resultado de un proceso de descubrimiento personal que no puede ser fomentado desde fuera de ninguna manera.

La segunda fase hace énfasis en las técnicas una vez que se han aclarado las
actitudes del estudiante.

La tercera fase considera justo proporcionar al estudiante una experiencia propia de la terapia, si es posible haciendo que él mismo se someta a ella en condición de cliente.

La cuarta fase señala que el estudiante debe ejercer la práctica
psicoterapéutica desde el momento mismo en que ésta sea practicable.

Según Rogers, cuando las condiciones terapéuticas están presentes y se
mantienen, es decir que:
- Existe una relación de contacto entre cliente y terapeuta;
- Una situación de angustia y desacuerdo interno en el cliente;
-Una situación de acuerdo interno en el terapeuta;
- Sentimientos de respeto, comprensión, aceptación incondicional y empatía en el terapeuta; entonces se pone en marcha, motivada por la tendencia innata a la actualización, cierto proceso que podemos catalogar de terapéutico, el mismo que constaría de las siguientes características:
- Aumento en el cliente de la capacidad para expresar sus sentimientos de
modo verbal y no verbal.
- Estos sentimientos expresados se refieren más al Yo.
- Aumenta también la capacidad de distinguir los objetos de sus sentimientos yde sus percepciones.
- Los sentimientos que expresa se refieren cada vez más al estado de desacuerdo que existe entre ciertos elementos de su experiencia y su noción del Yo.
- Llega sentir conscientemente la amenaza que lleva consigo este estado de desacuerdo interno. La experiencia de amenaza se hace posible gracias a la aceptación incondicional del terapeuta.
-Gracias a ello el cliente llega a experimentar plenamente (al convertir el fondo en figura) ciertos sentimientos que hasta entonces había deformado o no confesado.
- La imagen del Yo (sí mismo, self) cambia, se amplía, hasta permitir la integración de elementos de la experiencia que no se hacían conscientes o se deformaban.


A medida que continúa la reorganización de la estructura del Yo, el acuerdo entre esta estructura y la experiencia total aumenta constantemente. El Yo se vuelve capaz de asimilar elementos de la experiencia que antes eran demasiado amenazadores para que la conciencia los admitiera. La conducta se vuelve menos defensiva.
- El cliente es cada vez más capaz de sentir y admitir la aceptación del terapeuta sin sentirse amenazado por esta experiencia.
- El cliente siente una actitud de aceptación incondicional respecto a sí mismo.
- Se va dando cuenta que el centro de valoración de su experiencia es él mismo.
- La valoración de su experiencia se hace cada vez menos condicional, y se lleva a cabo sobre la base de experiencias vividas. El cliente evoluciona hacia un esta-do de acuerdo interno, de aceptación de sus experiencias.


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